Así se prepara el Sorteo de la Lotería de Navidad: Un proceso meticuloso que dura casi todo el año

El Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad es mucho más que un sorteo habitual en España; es el evento que marca el arranque simbólico de las fiestas navideñas y una tradición seguida por millones de personas cada 22 de diciembre. Pero para que todo salga perfecto en ese día tan señalado, existe una organización minuciosa y un proceso de preparación que se extiende a lo largo de casi todo el año.

El diseño del décimo, el primer paso visible

Todo comienza con la elaboración del programa de premios y la determinación del número de series, lo que da pie a una planificación precisa de la distribución. Paralelamente, se diseña el famoso décimo de Navidad, que cada año presenta una imagen diferente, siempre vinculada a motivos navideños y, en muchas ocasiones, a obras emblemáticas del Museo del Prado, gracias a la colaboración que mantiene Loterías y Apuestas del Estado con la institución cultural. Tras la aprobación del diseño, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda inicia la impresión de los décimos, empleando papel y tintas de máxima seguridad.

Distribución nacional: logística y tradición

Una vez impresos, los billetes son distribuidos a las más de 4.000 administraciones de lotería repartidas por toda España. Para ello, se tiene en cuenta la demanda histórica, los números abonados y las ventas del año anterior. El proceso logístico asegura que la primera gran consignación esté lista a mediados de julio, momento en el que comienza la tradicional venta bajo el lema “¿Y si cae aquí?”.

El riguroso control de las bolas del sorteo

Uno de los aspectos más desconocidos y fundamentales del sorteo es la preparación de las 100.000 bolas que representan los números en juego. Este proceso arranca cuando finaliza el periodo de exposición pública de las tablas del sorteo anterior. El Departamento de Coordinación de Sorteos, parte de la Subdirección de Recursos Materiales, es el responsable de clasificar y ordenar las bolas, utilizando para ello modernos “nidos” y tablas ranuradas, sustituyendo a las antiguas mesas clasificadoras.

Las bolas se agrupan por millares, se ordenan de forma rigurosa y se enfilan en liras con ayuda de alambres. Si alguna bola presenta desgaste o es difícil de leer, se retira y se sustituye por una bola negra provisional, a la espera de la fabricación de nuevas bolas idénticas.

Tres revisiones para garantizar la transparencia

Para asegurar la máxima transparencia y fiabilidad, las bolas pasan por un triple control. En julio se realiza una primera revisión para comprobar el estado y el orden; después, a finales de septiembre o principios de octubre, personal externo al equipo de sorteos realiza una segunda verificación y supervisa la sustitución de bolas deterioradas. Finalmente, en noviembre, el equipo de Auditoría Interna efectúa un muestreo aleatorio para eliminar cualquier error. Solo entonces, los armarios que contienen las bolas son precintados y trasladados al Teatro Real, listos para el gran día.

Un sorteo que es sinónimo de confianza y tradición

Todo este proceso, invisible para la mayoría, garantiza la transparencia y la emoción que cada año envuelve al Sorteo de Navidad. Así, la Lotería de Navidad no solo reparte suerte e ilusión, sino que también es ejemplo de organización, tradición y confianza para toda la sociedad española.