Historia lotería del Niño
Desde las ricas tradiciones navideñas hasta las esperanzas y los sueños que trae consigo cada año, la Lotería del Niño en España ha evolucionado a lo largo de los años para convertirse en un evento emblemático. En la cultura española, se dice que el año comienza no con la cuenta regresiva de la Nochevieja, sino con la emoción y la anticipación de la Lotería del Niño.
Un Vistazo al Origen
La historia de este sorteo extraordinario, celebrado el 6 de enero, se remonta a los tiempos de la duquesa de Santoña, Doña María del Carmen Hernández y Espinosa de los Monteros. Según investigaciones realizadas por Gabriel Medina Vilchez, fue ella quien, en 1877, impulsó la Rifa Nacional del Niño. Gracias a la benevolencia del rey Alfonso XII, esta rifa se libró del impuesto del 4% que todas las rifas debían pagar al Tesoro Nacional en ese momento. No fue hasta 1966 que se adoptó oficialmente la denominación de "El Niño".
La relación del sorteo con la festividad de la Epifanía del Señor es innegable. Se conmemora la Adoración del Niño por los Reyes Magos, y es esta conexión la que le otorga su característico nombre y fecha.
Institucionalización y Primeros Pasos
En 1941, el general F. Roldán, entonces Director General de Timbre y Monopolios, institucionalizó el sorteo. Tras el resonante éxito del primer sorteo, al año siguiente, en 1942, se estableció como un sorteo extraordinario, convirtiéndolo en el segundo evento anual más esperado después de la Lotería de Navidad.
El sorteo de 1941 ofrecía billetes a 150 pesetas cada uno, divididos en décimos de 15 pesetas. Con cinco premios principales, este año marcó el comienzo de una tradición que solo se fortalecería con el tiempo. En 1942, el sorteo fue modificado, introduciendo un aumento de precio y reintegros. En 1946, se presentaron premios de terminación y de reintegro.
Evolución a Través de los Años
El sistema tradicional de sorteo se mantuvo hasta 1965. A partir de 1966, se adoptó el sistema moderno, conocido como de Bombos Múltiples. En el cambio de milenio, el sorteo sufrió otra modificación: en 2000, la fecha se cambió al 6 de enero, en lugar del tradicional 5 de enero.
Desde principios de noviembre hasta el mismo día del sorteo, los españoles esperan con impaciencia, con la esperanza de que sus números sean los afortunados.
Con cada sorteo, la Lotería del Niño no solo ofrece premios, sino que también celebra una tradición rica y duradera que refleja la esperanza, el espíritu festivo y la historia de España. Es un testimonio de la resiliencia y la alegría del pueblo español, que espera con impaciencia el comienzo de un nuevo año lleno de posibilidades.